Reconozco que me desespera un poquito cuando busco planes para hacer con niños porque la mayoría de las veces lo que encuentras son propuestas ambiguas que sí, vale, te sirven para hacer con niños, pero un poco… no sé… cogido con pinzas, que se suele decir.
Por eso, me encanta cuando de verdad encuentras un lugar apropiado para ir con los niños, un sitio creado ad hoc para los más pequeños, pensado para ellos.
Y uno de esos lugares es La Casería de Santa Marina. Es un restaurante que se encuentra en un pueblito llamado Parres, en el concejo de Llanes (¡ojo con el gps! Que no os la juegue y os lleve al concejo de Parres que también está en Asturias pero su capital es Arriondas). Este Parres está a 4 kilómetros de Llanes y es un sitio precioso a los pies de la Sierra del Cuera que domina todo el concejo.
El exterior
Es lo que en Asturias se llama un “prao” (o sea, un prado) en el que han puesto columpios, toboganes, colchonetas elásticas y que cuenta además con un montón de mesas clásicas de merendero (merendero es un formato de restaurante típico asturiano donde las mesas están en el prao y tú mismo vas a por los platos a la barra cuando te avisan de que los tienes. Si el merendero ya es muy purista, incluso te dan tu mantel de papel, platos, cubiertos y vasos y tú te pones la mesa). Así que este sitio es perfecto para estar con niños ya que tienes toda la tranquilidad del mundo porque, mientras juegan los puedes vigilar, a la vez que disfrutas de una comida al aire libre y tienes un restaurante que te sirve la comida y la bebida.
El interior
Es un espacio único que está dividido en diferentes ambientes. El comedor principal donde suelen colocar las mesas muy grandes; El Gallineru, donde se encuentran unas mesas colocadas como si fuesen compartimentos de tren, es decir, con independencia unas de otras y que están separadas con tela metálica de gallinero (de ahí el nombre), o sea, una malla metálica y Los Toneles, que son unas mesas colocadas dentro de auténticos toneles tumbados.
Y por último El Picaderu, que es donde comimos nosotros el último día y que es un reservado para 6-8 personas que te da toda la intimidad.
¡Ah! Y en el interior tampoco se han olvidado de los niños porque disponen de una zona con juguetes para que cojan lo que quieran.
La decoración
Es tradicional asturiana pero actualizada y con elementos decorativos típicos que han convertido en casi obras de arte, con gran importancia de un elemento icónico asturiano como es la botella de sidra y que aquí han transformado en lámparas o en mamparas separadoras, entre otras genialidades.
La cocina
Como era de esperar es típica asturiana con productos de la zona oriental. Cuentan con una carta más sencilla para comer en el exterior y otra para dentro del restaurante más completa.
La parrilla es fantástica y la verdad es que bordan platos como el cachopo, tan de moda, por cierto, ahora pero que pertenece al recetario tradicional.
El precio
Por ejemplo, en una mesa de 5 adultos y 2 niños de años que comimos allí hace un par de semanas, pedimos un costillar de cerdo a la parrilla, chorizos criollos, croquetas y un (super) cachopo de jamón y queso (hay varios, está delicioso también el de cecina), bebimos sidra y agua y tomamos tres postres y tres cafés… ¡pagamos 85€ para los 7!
Hace un par de días comimos de nuevo allí (5 adultos, un niño de 2 años y una niña de 5) y como era la fiesta del pueblo (Santa Marina) también ofrecían un menú especial por el que decidimos decantarnos y que estaba formado por entrantes al centro (ensaladilla rusa, croquetas de jamón y de Cabrales, paté de puerros y paté de cabracho y calamares fritos) y de segundo a elegir entre merluza a la cazuela o “cabritu” guisado y de postre arroz con leche o frixuelos (crêpes típicos asturianos). Para beber tomamos sidra y agua y después de los postres cafés. Pues bien… nos dijeron que pidiéramos solo 5 menús (uno por adulto), que los niños comieran también de allí y que cuando se nos terminase la ración que pidiésemos más y nos traían lo que hiciera falta. Cuando llegó la cuenta pagamos para los 7… ¡125€!
Os dejo la carta:
Desde luego será un lugar al que volveremos porque tiene todo: magnífica atención (los dueños son encantadores y el personal es muy amable), instalaciones perfectas para disfrutar los niños al aire libre, cocina fantástica, una relación calidad-precio insuperable y, además, un espacio de lo más agradable. Sin duda, hasta el momento, de lo más recomendable para ir con niños de toda Asturias.