Mi instinto de madre me dice que lo correcto es lo que yo crea que es correcto (porque soy su madre y porque yo lo valgo 😉 ). Pero, claro, siempre te asaltan las dudas… Biberón para desayunar ¿sí o no?
Según los expertos, a partir del año deberías quitarle el biberón, aunque –seamos sinceras- muchas veces ni es tarea fácil para el retoño ni lo es para nosotras.
Y es que… ¿a quién, alguna vez, no le ha salvado la vida eso de enchufarle un biberón directamente en la cama para salir zumbando para la guarde? ¡Que levante la mano la que crea que es más cómodo levantarles antes, ponerles el desayuno, asegurarse de que comen lo suficiente…! Quién sabe. Igual me equivoco y por aquí hay alguna madre valiente que lo hace. Para mí, la verdad, entre semana es inviable.
Mis motivos para darle el un biberón para desayunar de lunes a viernes son:
- Que sin pestañear se toma 250 ml de leche, tres cacitos (de esos que trae la leche de fórmula) colmados de cereales y dos galletas trituradas. ¿Quién da más?
- Que es súper rápido. Nunca lo he cronometrado pero… ¿llegará a tres minutos?
- Que a él le encanta su biberón templadito para ir entonando el cuerpo
- Que lo hace un poco más bebé jajaja. Me encanta ponerlo esos minutos pegadito a mí antes de empezar la locura de día (por cierto, lleva la misma tetina que de bebé, que se adapta genial al crecimiento)
Mis motivos para planear quitárselo:
- Que el pediatra dice que se lo tengo que quitar
- Fin de los motivos jajaja
Os confieso que incluso me planteo seguir dándoselo el primer año de infantil. Mucho madrugón y demasiados cambios que seguro llevará mejor con un buen biberón para desayunar… ¿qué os parece?
¿Y vosotras? ¿Se lo quitasteis a los 12 meses o se lo seguisteis dando? ¿De qué… cereales, galletas, colacalo…? ¡Me muero porque me contéis y saber si soy la única loca jajaja!