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La pulsera de actividad FitBit ¡me tiene enamorada!

Hace unos días os decía en Instagram que os hablaría de los regalos que me habían hecho mis chicos (padre e hijo) por el Día de la Madre. Pues bien, empiezo por la pulsera de actividad FitBit que me ha enamorado desde el minuto uno.

¡Loquita me tiene! Y es que me dice cuánto he dormido y la calidad de mi sueño, me avisa de las calorías que quemo, de los pasos que doy, de que me entra una llamada, un email o un whatsapp aunque mi teléfono esté a diez metros de mí y silenciado, de las pulsaciones que tengo en cada momento, me da datos de la actividad en el gimnasio…

Tiene tantas funciones que en esta semana solo he podido investigar algunas de ellas, pero os anticipo que sirve para pagar por contactless, para llevar música almacenada… ¡Pero si hasta tienes un coach para hacer abdominales! Vamos, que no te hace unas croquetas de jamón ibérico porque para eso ya tienes la thermomix, que si no…

Así que os voy a contar las que me han parecido más molonas y que son las que por el momento estoy usando, pero antes una aclaración. Digamos que la pulsera es la que recoge datos y la app del móvil la que te los da. Dicho esto:

Información del sueño

Me rechifla. No sé si es que soy un poco “masoca” o qué pero me gusta saber cuánto he dormido. Lo digo porque antes de ser madre dormía como un cesto y desde que lo soy parece que estoy haciendo una guardia en el Titanic. Bueno, pues la pulsera en cuestión no solo me dice mis horas de sueño sino que, además, me canta la calidad de mi sueño (que como imagino os pasará a la mayoría de vosotras, deja mucho que desear). Os dejo un ejemplo de ello:

Mi gráfica de sueño registrada por FitBit
Gráfica semanal de sueño registrada por FitBit

 

Informe de la pulsera de actividad FitBit - Fases de mi sueño
El tiempo que he pasado en cada fase del sueño según mi FitBit

 

Notificaciones del Smartphone

Suelo llevar el teléfono en modo vibración, una manía que cogí cuando Alfonso era muy bebé, así no le despertaba pero oía las llamadas. Y, claro, esto está muy bien si llevas el teléfono pegado a ti, pero si te separas de él, no te enteras. Pues ahora ya no tengo problema porque a través de Bluetooth la pulsera de actividad FitBit vibra cuando te entra cualquier notificación en el móvil, aunque lo tengas silenciado y lejos de ti (hasta diez metros).

Despertador

No sé si a vosotras os pasa pero cuando oigo un despertador en la casa, ya abro un ojo cual búho y no me puedo volver a dormir. Por tanto me aplico eso de “no hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti” y ahora me pongo el despertador en la pulserita que vibra para avisar de que ya es la hora de levantarse. ¡Ah! Y otra cosa que está súper bien es que esa vibración te despierta pero no tanto como para tener que bajarte el corazón de la lámpara de la habitación. Aunque he de decir que quizá es un poco sutil para las que duermen profundamente.

Control en la cinta del gimnasio

Durante el embarazo engordé algo más de 22 kilos y, aproximadamente, diez de ellos  me han cogido un especial cariño. Vamos, que no se quieren ir, así que les he declarado la guerra y me he puesto a dieta. Pero he comprendido eso de que hay que acompañarla con un poco de actividad física (de ahí que hoy tenga mi pulsera de activity) y me lo he tomado muy a pecho (que sí, que sí, que incluso fui al gimnasio un sábado por la tarde. De verdad). Así que ahora voy a la cinta a quemar calorías y me acompaña mi “nueva amiga”. Eso sí, señoras, el espectáculo es digno de ver. Voy con la lengua fuera y el día menos pensado me dejo los dientes por soltar las manos de las agarraderas para ver lo que me cuenta la pulsera.

Conclusiones a este punto:

  • La cinta del gym y la pulsera miden las pulsaciones muy parecido.
  • La pulsera es muy exigente, me quita kilómetros (si hago 6 cuenta unos 3km. Mi señor esposo dice que la cinta es más fiable porque la pulsera mide por gps o pasos y a mí me interesa creerlo porque me sube la moral)
  • Pero también es generosa, porque siempre me dice que quemo alguna caloría más   que lo que me chiva la maquinita de la cinta (así que en este caso, creo a la pulsera 🙂 )

Coach

La verdad es que no lo he usado, pero me encanta verlo de vez en cuando. Eliges para qué quieres tu coach, por ejemplo abdominales, y te pone unas imágenes (sí, sí, nada de describir el ejercicio)     de cómo tienes que hacerlos. ¡La bomba! Y… ¿sabéis lo mejor? que coincide con la tabla que me hizo el entrenador del gimnasio, así que sabe de lo que habla.

Otras chorraditas que me encantan de mi pulsera FitBit

Para no enrollarme mucho os pongo aquí un “mix” de cosas que me gustan de mi pulsera de actividad FitBit:

  • A través de Bluetooth puedes conectar unos auriculares inalámbricos para escuchar música
  • Te deja marcar tus propios objetivos (le vas metiendo la cantidad de agua que has bebido, lo que has adelgazado, las calorías que has ingerido)
  • Que te celebra mucho todo el esfuerzo que haces (ja ja ja): te pone fuegos artificiales, te da insignias según los logros. Vamos, que es una especie de Tamagotchi de aquellos porque parece que está viva.
  • Que no hace falta que lleves tarjeta de crédito porque funciona como contactless acercándola al datáfono.
  • Que dura la batería cuatro días.
  • Que estará disponible próximamente una función para controlar tu ciclo menstrual.

Bueno… ¿qué os ha parecido? ¡No me diréis que no mola la pulsera de actividad Fitbit! Y si sois como mi madre, que dice que no le gustan “esas cosas que te controlan todo”, al menos estaréis de acuerdo en que completita es. ¿O no? ¿Vosotras usáis alguna pulsera de este tipo?

 

 

 

 

 

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